miércoles, 1 de julio de 2009

Bebés al agua.


JUL/09



Bebés al agua.


<!--[if !vml]--><!--[endif]-->El ejercicio acuático es una buena manera de mantenerse en forma, relajarse y aumentar la capacidad de resistencia. Y no es un ejercicio exclusivo para mayores. Cada vez más niños, y desde edades más precoces, se benefician de esta actividad y toman un primer contacto con lo que puede convertirse en una recomendable afición.
Los niños se acostumbran al agua y a unas normas claras acerca de los baños, por lo que sus actos son menos imprevisibles que los de los más mayores. Sin embargo, la actitud que adoptan los padres y el conocimiento acerca de cómo hay que introducir a los más pequeños en el agua es fundamental para evitar errores y para que no se produzcan accidentes.


Hasta los bebés pueden beneficiarse de este medio. Se puede utilizar la actividad acuática para multiplicar las habilidades motrices del niño. Sin embargo, hay que tener presentes algunos aspectos, como saber cómo familiarizar al bebé con el entorno, cómo ayudarle a entrar en el agua y cómo ayudarle a realizar los movimientos.


Por ejemplo, nunca hay que entrar con el bebé en la piscina ni saltar al agua, puesto que podría asustarle.
Por el contrario, el método más eficaz es sentarlo en el bordillo mientras otra persona lo sujeta por detrás. Si no hay nadie que pueda ayudarte, puedes dejarlo tumbado y después introducirlo lentamente.


Cuando ya estéis en el agua hay que adaptarlo a la temperatura y moverte haciendo pie y muy suavemente. No hay que olvidar que el bebé puede estar asustado, por ello tienes que hablarle, explicarle que se trata de una bañera muy grande e, incluso, cantarle.


Para ayudarle a moverse en el agua, apóyalo sobre tu pecho y colócalo boca arriba sujetándolo con las manos planas por la cintura. Inicia un movimiento hacia atrás, suave y serpentean
te.


Si ves que tu bebé está disfrutando, puedes continuar con otros movimientos como realizar el mismo movimiento boca abajo y sujetándolo de manera que el pequeño no introduzca la cabeza dentro del agua.


Recuerda que el ejercicio en el agua...
- Aumenta la habilidad corporal del bebé.
- Estimula el tacto.
- Despierta los reflejos y la capacidad de supervivencia.
- Enriquece las experiencias motrices del niño.
- Les ayuda a mantenerse en forma y mejorar su tonicidad.
- Fortalece la capacidad respiratoria.
- Aumenta su resistencia.
- Les ayuda a relajarse.

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