Entre las diversiones favoritas de los peques cuando llegan las vacaciones estivales se encuentran los parques acuáticos. Un parque acuático seguro debe cumplir una serie de condiciones.
EN EL RECINTO…
- A la entrada un plano detallado y una lista de las normas de funcionamiento, prohibiciones y limitaciones -que se deben leer atentamente-, con carteles que expresen claramente y de forma gráfica las precauciones, prohibiciones y limitaciones.
- Suficientes zonas de sombra.
- Suficientes puntos de agua potable, accesibles y bien señalizados.
- Asistencia sanitaria en el propio parque.
- Salidas de seguridad y accesos de emergencia.
- Instalaciones eléctricas cerradas y aisladas.
- Vestuarios cómodos y limpios.
- Suficientes duchas, antes del acceso a las atracciones.
- Pavimentos antideslizantes.
- El equipo de socorristas suficiente. Al inicio y al final de las atracciones, y en puntos intermedios si son muy largas.
- Piscina infantil independiente (profundidad máx. 0,6 m.)
EN LAS ATRACCIONES…
- Las juntas y superficies de las atracciones lisas, que no arañen ni raspen.
- Barandillas en las zonas donde hay riesgo de caídas.
- Travesaños de inicio o asideros en las atracciones.
- Diseños seguros: poca pendiente en tramos finales de los toboganes; peralte en las curvas; pistas con ondulaciones para regular la velocidad…
PARA MAYOR SEGURIDAD…
- No pierda de vista a los más pequeños. No se confíe, aunque lleven flotador.
- Si se produce un accidente, avise a los socorristas. Asegúrese de que el accidente queda reflejado en el parte de incidencias del día para que se sepa en las inspecciones y se tomen medidas.
- Para reclamar diríjase a los Servicios de Sanidad y Consumo de la Comunidad Autónoma. Guarde la entrada al parque: es su documento de prueba.
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